Movido por el maravilloso sentimiento de competitividad y envidia al contarme Luismi, conocido en el mundillo del atletismo como el Tiburón de la Rozas, como se había puesto zapatillas ( de tenis, eso si ) a la obra, ayer salí a correr un rato.
Excepto por unas chavalas que andaban por el parque e intentaron tocarme el culo, lo cual ralentizó mi macha, no anduvimos mal del todo.
Le echaría unos 40 minutos, creo yo, y si no tenemos en cuenta un dolorcillo en la rodilla izda. se podría decir que incluso podría haberle echado 5 minutillos mas fácil al tema.
Hoy ya no toca correr, quizá unas abdominales y poco mas que tengo que meterle mano a un curso de chino al que me he apuntado.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario